viernes, 27 de julio de 2012

AL OTRO LADO DE TU MIRADA


No me puedo creer que lleve ya treinta minutos mirándote, y eso que llevas sentada a tres metros de mi desde que entré en la cafetería, mirando al mismo punto, y yo mirándote a tí. 

El café se me ha enfriado y tu sigues mirando a través del ventanal, tu café por lo que veo no, porque sigues soplando como si tu lengua estuviese en juego. No sé nada de tí, pero me han bastado treinta minutos para darme cuenta de los pequeños detalles que harán que pueda difícilmente olvidarte, maldigo al taquillero que te dio entrada en mis sueños.

Me tengo que ir, no tengo el tiempo que tu aparentas tener, pero bien cambiaría la mitad de lo que me queda del día por la mitad del tiempo que he pasado contigo, si puede llamarse así... pasarlo contigo. Me voy sin saber quien eres, como te llamas ni cuántos azucares te echaste en el cafe, pero solo sé que tu nunca sabrás que una día hubo un chico, al otro lado del café, que fué capaz, durante tan sólo media hora, de ser marinero de estrellas por ti, de navegar a islas que sólo tu conoces y de encontrar el tesoro que guardas al otro lado de tu mirada.


PASSANI

martes, 17 de julio de 2012

SOSLAYO


Buenos días;

Sumido en la levedad del momento que me atañe, he decidido circunscribir los deseos del que antaño fue mi mecenas. Así pues relataré mis haberes nombrando de soslayo el sentimiento de culpa por no haber atendido por completo las vicisitudes intrínsecas de mi propia persona.

En primer lugar hube de respetar la aletargada edad del amor, hube de esperar y no lo hice, me impacienté y provoqué el comienzo de una serie de catastróficas desdichas dignas del propio Lemony Snicket. Esto marcó todo, retardó la entrega en destino e hizo surco en la manera de afrontar la vida.

En segundo lugar hube de entender a tiempo (y aun no lo entiendo) cuál es el sentido primordial del emparejamiento monógamo, ¿por qué no elegir lo fácil, lo sencillo, lo útil, lo que puedes soportar toda la vida… lo que ya se tuvo?

¿Por qué el ser humano subyace su tiempo vital soportando y no amando, acostumbrado y no querido, sumido en la corriente de quien comparte su vida y no remando juntos?

Es por ello que llamo a la lucha por no vivir aletargados, no hay por qué empeñarse, encabezonarse, involucrarse en futuros efímeros. Que una opción transitoria de mejora en pareja no llegue a los fines socialmente establecidos no puede convertirse en un continuo drama que destroce nuestra existencia.

En tercer y último lugar disfrutemos y hagamos disfrutar a quien se encuentre cerca…

Cierro con un final abrupto para dar lugar a la reflexión.

DR. BARNEKOW