“Izquierda y ahora todo recto.” Carlos corría por el
laberinto mientras recibía las indicaciones de su hermano por el walkie talkie.
Detrás de él, una horda de ratas. No podía cometer el más mínimo error o caería
en sus garras.
“¡La siguiente a la derecha y tras el escudo tendrás la
salida!” Lo había conseguido, ahora subía hasta la montaña donde encontraría la
planta curativa que necesitaban. La arrancó de raíz, la metió en su
mochila y…
“Carlos, tienes que salir un momentito de la habitación vamos
a poner la medicina a tu hermano.”
Foto: @cmunozh
DR. BARNEKOW
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