Buenos días;
Sumido en la levedad del momento que me atañe, he decidido
circunscribir los deseos del que antaño fue mi mecenas. Así pues relataré mis
haberes nombrando de soslayo el sentimiento de culpa por no haber atendido por
completo las vicisitudes intrínsecas de mi propia persona.
En primer lugar hube de respetar la aletargada edad del amor,
hube de esperar y no lo hice, me impacienté y provoqué el comienzo de una serie
de catastróficas desdichas dignas del propio Lemony Snicket. Esto marcó todo, retardó
la entrega en destino e hizo surco en la manera de afrontar la vida.
En segundo lugar hube de entender a tiempo (y aun no lo entiendo)
cuál es el sentido primordial del emparejamiento monógamo, ¿por qué no elegir
lo fácil, lo sencillo, lo útil, lo que puedes soportar toda la vida… lo que ya se tuvo?
¿Por qué el ser humano subyace su tiempo vital soportando y no
amando, acostumbrado y no querido, sumido en la corriente de quien comparte su
vida y no remando juntos?
Es por ello que llamo a la lucha por no vivir aletargados, no hay
por qué empeñarse, encabezonarse, involucrarse en futuros efímeros. Que una
opción transitoria de mejora en pareja no llegue a los fines socialmente
establecidos no puede convertirse en un continuo drama que destroce nuestra
existencia.
En tercer y último lugar disfrutemos y hagamos disfrutar a quien
se encuentre cerca…
Cierro con un final abrupto para dar lugar a la reflexión.
DR. BARNEKOW
No hay comentarios:
Publicar un comentario