jueves, 30 de mayo de 2013

LA OBRA MAESTRA

(200 palabras)

Se dejaba ver muy de vez en cuando. Si el día era lluvioso abría la puerta, se paraba en la entrada de su casa y estiraba la mano durante un rato para luego volver a encerrarse sin dar explicaciones. Si el día estaba despejado simplemente permanecía en el borde de la puerta mirando al vacío.
Pasaron las noches y los días, las tardes y las mañanas, hasta que desde el umbral de la puerta comenzó a gritar:
- ¡Vecinos! ¡Acercaos!
Los vecinos llegaron poco a poco. Se fueron avisando unos a otros, mientras él seguía con su llamamiento dejando pausas de un par de minutos.
Cuando lo creyó conveniente empezó con el discurso:
- Hace hoy exactamente dos años, a esta misma hora, estaba enterrando a mi mujer y a mi hija. Siento haber estado ausente, necesitaba encontrar la manera de recuperarlas. ¡No se muevan!

Entró en casa y atravesando el tejado empezaron a crecer tres estatuas metálicas de unos 20 metros, formadas por un hombre, una mujer y una niña. Él, situado en la parte más alta del conjunto, esperó a que todo se posicionara, cruzó las manos en su pecho, cerró los ojos y se dejó caer.


DR. BARNEKOW

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